El Tai Chi Conquista Uruguay
(Publicado en Diario El País)
- de TaiChi Chuan, el Domingo, 01 de mayo de 2011 a las 13:12
Este arte marcial chino suma adeptos año a año, especialmente en verano y en las playas. Quienes lo practican hablan de grandes beneficios sobre su cuerpo. | En Europa y Estados Unidos se practica en las empresas antes de empezar la jornada laboral. Resultado: empleados menos estresados y más productivos.
CATERINA NOTARGIOVANNI
A qué están jugando esos?", le pregunta un señor cuarentón a su esposa, y señala hacia un grupo de personas alineadas en las arenas de playa Pocitos. "No están jugando, hacen Tai Chi", responde ella, muy segura. El diálogo no dura mucho porque la señora no sabe responder a la siguiente pregunta: ¿qué es Tai Chi?
Desde que en 2007 la Intendencia de Montevideo decidió llevar esa disciplina a las playas, los montevideanos se han habituado a reconocerla, pero son pocos los que saben en qué consiste. Es más, la información no abunda ni siquiera entre quienes la practican; aunque estos últimos obtienen al menos, y de primera mano, alguno de sus beneficios para la salud. Es justamente esa faceta la que explicaría buena parte del crecimiento cuantitativo que ha experimentado el Tai Chi en los últimos años.
Pero como suele suceder, la cantidad no lleva por transitiva a la calidad. Bien ejecutado, esta disciplina tiene un impacto extremadamente positivo. Pero si no se respetan los lineamientos básicos, se puede terminar la experiencia lesionado.
- ORIGEN.
El Tai Chi nació como arte marcial interno en un monasterio del norte de China y está basado en la filosofía taoísta. Además es parte integral de los tratamientos terapéuticos de la medicina china. La forma tradicional consta de 103 movimientos (o 108, dependiendo de cómo se cuenten) que deben ejecutarse de modo encadenado y que se complejizan a medida que se avanza.
Se trata de movimientos lentos y suaves en el que continuamente se mueve y se absorbe energía. Algo así como una meditación en movimiento. Así lo explica Carolina Alegre, quien junto a Jorge Quiñones dirigen la Yang Style Tai Chi Chuan Academy Uruguay. Ambos son los dos primeros instructores uruguayos graduados (hay tres en total) en los Centros de formación y entrenamiento de la Familia Yang, uno de los cinco estilos de la disciplina más difundidos en occidente.
Pero el Tai Chi no se agota en la forma. Incluye ejercicios terapéuticos, técnicas de respiración y otras modalidades que incorporan espada, sable y lanza.
Si bien es un arte marcial, y por lo tanto es útil como defensa personal, su expansión fuera de China está directamente relacionada con sus virtudes en la salud.
"Lo que se hace es equilibrar las energías Ying y Yang, que así le llaman los chinos pero que no es otra cosa que energía electromagnética que todos tenemos en el cuerpo y que se genera con lo que comemos y respiramos. Si esas dos energías están equilibradas, no hay probabilidades de enfermarse", señala Quiñones.
- "La idea es lograr un equilibrio entre la mente, el cuerpo y la energía", agrega Alegre.
Según su experiencia, una persona dedicada, que además de ir a clase entrena en su casa, consigue ejecutar esos 103 movimientos en un año y medio.
Siempre que se abordan disciplinas orientales desde una perspectiva occidental surge la misma pregunta: ¿decidirse por el Tai Chi implica otros tipos de cambios radicales en el estilo de vida, como por ejemplo modificar la dieta? "Es todo un conjunto, lo ideal es combinarla con una alimentación sana y balanceada", responde Alegre.
Para Leonardo Rato, instructor y presidente de la Asociación Uruguaya de Tai Chi, adaptar la dieta no es una obligación. "Pero uno la cambia sin darse cuenta porque empieza a cuidar su cuerpo de determinada manera y porque adquiere una consciencia distinta con respecto al ambiente. Entonces hay cosas que simplemente ya no se hacen porque no se siente bien", ilustra. Entre esas "cosas" se encuentra la comida chatarra, el cigarrillo o dormir pocas horas. "Digamos que genera un estado de bienestar general que es adictivo. Uno trata de continuarlo, de no alejarse demasiado", agrega.
- Protagonistas. Ojos semicerrados, ceños fruncidos, gestos de concentración, casi que de trance, y otros de placer.
Brazos y manos que se mueven de izquierda a derecha, de arriba a abajo, a ritmo lento, muy lento, como acariciando el aire con una ternura extrema. Cada tanto, la voz de Leonardo Rato interrumpe el silencio, que para un espectador poco entrenado resulta agobiante al principio y relajante al cabo de unos minutos.
"No se apuren, disfruten el instante", susurra el instructor. La escena ocurre en una de las policlínicas de Tai Chi de la IM, en el Club Buceo. Allí y en esa clase, las practicantes son todas mujeres mayores de 60 años.
"Me ayudó a mejorar mucho mis problemas de columna, que ni la siento. Además aprendí a mantener una postura correcta y duermo mejor", ilustra Delfina a propósito de los beneficios alcanzados.
"Te da una serenidad increíble y una concentración tremenda en todos los ámbitos de la vida", comenta Rosita, quien además cuenta fascinada que se siente más ágil cuando camina. "Te pongo un ejemplo: tuve que ir hasta Costa Azul parada en el ómnibus y no me cansé. Me acordé de destrancar las rodillas y llegué como si hubiese ido sentada", asegura.
En la clase del lunes a las 8.30 de la mañana en la playa Pocitos también son mayoría las mujeres, pero se ven algunos hombres; las edades son más heterogéneas. Los testimonios allí van por el mismo lado: "Te desestresa", "Se te va la cabeza", "Se siente armonía", entre otros.
Quiñones, Alegre y Rato coinciden en que el interés por el Tai Chi se está extendiendo en Uruguay. ¿Las razones? "Porque hay más difusión a través de Internet, por las actividades en las playas y por la necesidad de hacer mover a los uruguayos", arguye Alexis García, instructor del Club Banco República que trabaja en la playa Pocitos en convenio con la IM. (UCM es otra de las empresas que brindan clases en Pocitos y Ramírez en el marco del mismo convenio).
"Porque hoy muchos médicos conocen los beneficios y se lo sugieren a los pacientes", dice Carolina Alegre.
"Hay una causa más", agrega Quiñones, "los niveles de estrés de los uruguayos van en aumento, junto con los problemas socioculturales. Eso lleva a buscar algo que de alguna manera ayude a conectarse con uno mismo y recobrar la calma".
Leonardo Rato tiene una mirada un tanto escéptica del fenómeno: "Me temo mucho que tiene un gran componente de moda". Para ilustrarlo cita los éxitos y los posteriores fracasos en la popularidad de disciplinas como el Yoga, el Reiki y el Pilates. "Dependerá mucho de los instructores, de que podamos hacer las cosas bien y capitalizar esto, o que quede en una moda", agrega.
A propósito de los instructores, Quiñones y Alegre observan con preocupación algunas "deformaciones" en la práctica del arte marcial. Ellos tienen 20 y 10 años de práctica, viajan a Bs. As. Todos los meses y son estrictos en cuanto a respetar los principios de la disciplina.
"Ves personas que hacen una gimnasia suave o mezclan conceptos y dicen que practican Tai Chi", dice Alegre. "Aparte los movimientos marciales son insustituibles porque son los que ayudan a estirar ligamentos, tendones y músculos. Si hago algo que es similar pero sin la debida alineación, no trabajo nada de eso", agrega su colega Quiñones. Por su parte Alegre comenta que en su instituto han recibido alumnos lesionados debido a las malas prácticas.
Este es uno de los motivos que llevaron al dúo a dedicarse también a la formación de instructores.
Otro aspecto interesante de este arte chino es que lo pueden practicar personas de todas las edades. "Siempre pregunto: ¿Usted puede caminar? Entonces puede hacer Tai Chi", resume Rato. Claro que si la persona llega con alguna lesión estará limitado en alguno de los movimientos.
Tampoco tiene demasiadas exigencias en cuanto a la vestimenta, que debe ser holgada para no limitar los movimientos. El calzado deportivo sí es estrictamente necesario. Quiñones comenta que practicarlo descalzo es un error que también ha visto en Uruguay.
Los adultos mayores descubren en el Tai Chi un remedio natural para muchas de sus dolencias. Seguramente esa virtud no tiente demasiado a los jóvenes, que tienen otros asuntos más interesantes de los que ocuparse. Pero sepan que si practican bien y regularmente esta disciplina, no solo vivirán más sino que, aún mejor, llegarán a la vejez en un estado de salud y movilidad difícil de imaginar para los sedentarios occidentales.
- Beneficios: Una práctica más que saludable
La lista de beneficios es larga y variada, pero para alcanzarlos es necesaria la constancia. Si se ejercita con continuidad y dedicación, el Tai Chi ayuda a minimizar el estrés, tonifica los músculos, fortalece los órganos internos, mejora la coordinación y sincronización muscular, agiliza la mente, desarrolla flexibilidad, estimula la circulación sanguínea, reduce las afecciones respiratorias, mejora el sistema inmunológico, el funcionamiento de las glándulas del sistema endócrino y el estado de ánimo. Sus virtudes lo han puesto de moda en Europa y Estados Unidos, donde crecen las empresas que contratan instructores para que sus empleados puedan practicarlo antes de comenzar la jornada. Así trabajan menos estresados y rinden más. (Fuente: www.taichiyanguruguay.com)
- La cintura gobierna al cuerpo
"La cintura gobierna todo el cuerpo. Los pies tienen fuerza y la pelvis asiento sólo si se es capaz de relajar la cintura". "Todo reside en el empleo de la intención en vez de la fuerza". "La agilidad y la flexibilidad extremas producen la resistencia y la rigidez extrema". (Del texto "Los 10 principios esenciales del Tai Chi"),
"Es una práctica preventiva. La idea no es que hagas Tai Chi cuando te duele la cabeza, como si se tratara de una aspirina. La idea es que lo hagas para no tener dolor". (Jorge Quiñones, instructor de Tai Chi estilo Yang). "Se aprende a conectar adecuadamente el cuerpo, a hacer el máximo uso posible con el menor esfuerzo. El trabajo tiene más que ver con aprender a alinear el cuerpo y con guiar la energía". (Leonardo Rato, presidente de la Asociación Uruguaya de Tai Chi).
- Más información en: www.taichiyanguruguay.com
- Nota extraída de El País digital, ---> en este link
- CLASES DE TAI CHI CON PRESTIGIOSOS SI-HINGS, CAROLINA ALEGRE &JORGE QUIÑONES, EN EL INSTITUTO "EQUILIBRIO", BV ARTIGAS 1168, ESQUINA CANELONES, TEL. 27068959.
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