Maldonado, agosto de 2007.
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Algunas situaciones solo pueden ser explicadas en términos de conductas humanas, vulnerables, pero infalibles .En una sociedad democrática, es fácil llevar al denunciante a un terreno político, generalmente el de opositor y de esta forma desacreditar su denuncia. Por lo tanto es menester aclarar esto, para que no se diga, que de un lado están los buenos y del otro los malos.
El ser humano solo necesita encontrar las condiciones propicias, para repetir actos que degraden a una persona y llevarla así a una posición de indefensión .Hay gente que confunden autoridad con autoritarismo.
El proceso que vivo como docente a cargo de alumnos, en la Escuela Técnica de Maldonado, ha sido inmoral, de una total falta de ética hacia la persona humana, en este caso docente y alumnos. Durante un período que comprende tres años, los alumnos han visto de que manera se puede destruir a una persona . sin que medie una razón objetiva para hacerlo
En este afán, el proceso educativo, destino final del alumno, ha sido, sistemáticamente violentado.
En cualquier situación de conflicto laboral, mínimamente existe una respuesta asimétrica, del otro lado se reconoce un interlocutor válido .En el acoso moral , como el que me comprende, solo hay lugar a la desacreditación, al silenciamiento, al aislamiento. Para algunas situaciones puntuales e inconsistentes, el Consejo de Educación Técnico Profesional (CETP), ha realizado denuncias penales con una sorprendente ligereza
En otras situaciones probables y graves, se ha tratado de encubrir los hechos. En este tiempo transcurrido me he dado cuenta que el Derecho es una cosa y la moralidad otra, ésta, entendida por la capacidad de distinguir lo que está bien de lo que está mal.
La División Jurídica del Consejo de Educación Técnico Profesional, transita, entre la omisión y el máximo vicio permitido. Entendiendo por vicio, todo aquello que se sabe que está mal, pero sin embargo se hace.
Cuando esto se trasforma en una regla, y no se fija un límite, se aproxima a la corrupción. El acoso, no es tener una extrema presión para que un expediente salga negativo o positivo.
En mi contexto de persecución funcional, existieron hechos graves, que involucran conductas insanas de un grupo de personas, casualmente, personas afiliadas y con cargos en el Sindicato.
Como funcionario público, tengo la obligación de denunciar los hechos (Decreto 500/91), sin embargo esta actitud, me valió el rechazo absoluto de AFUTU y fijó mucho más aún la persecución.
Para mi, significo demostrar que alrededor de mi situación., existía un entorno de irregularidades, muchas de ellas extremadamente graves. Para el Sindicato, significó el ataque a las personas que habían participado, por lo tanto la defensa a ultranza se estableció, casi sin racionalidad
. Desde entonces me convertí en el chivo expiatorio de todo esto y transformó en un boomerang para mi. La situación de acoso, que en primera instancia se vinculaba a dos personas, se convirtió en una persecución Institucional por la correspondencia que AFUTU tiene en los cargos dentro del Consejo Técnico Profesional y el Parlamento.
Las situaciones de proselitismo político dentro de la Institución, la desaparición de materiales, los actos de sabotajes de máquinas con riesgo de vida, fueron situaciones omitidas por la Dirección de la Escuela Técnica de Maldonado y nunca fueron denunciadas.
La situación de exhibición reiterada de pornografía por un integrante de AFUTU, persona también relacionada al sabotaje de máquinas, sigue sin resolverse, y se siguen realizando todo tipo de maniobras para que caduquen los plazos correspondientes.
En cuatro oportunidades, se citan a los alumnos y padres para que reconozcan las pruebas materiales .Para dicho careo, el docente no se presenta
.En dos de estas situaciones, a los alumnos se le avisaba sobre la hora para que no concurrieran a reconocimiento de pruebas .En la tercera y cuarta oportunidad el docente no se presenta. La Dirección Escolar nunca presentó denuncia penal sobre estos hechos, sin embargo el docente fue separado de su cargo y se encuentra en funciones en Montevideo.
Hace tiempo que he cursado nota en Comisiones de DDHH, y de Educación, ni siquiera se me da respuesta. Existe una simbiosis política entre los cargos públicos- políticos y la dirigencia sindical .Los Sindicatos, no pueden convertirse en escaleras de ascenso al poder, se corre el riesgo de desnaturalizar su función.
Algunas repuestas dadas a mi caso, terminaban en comparar situaciones de derecho laboral que existen en distintos ámbitos. El derecho al trabajo digno, es un derecho inherente a la persona humana.
Nuestra sociedad tiene un problema de entidad respecto de la Justicia, han sucedido hechos tan graves en el pasado, que solo pueden verse en la capacidad pasajera de poder indignarse. Los Derechos Humanos, cualesquiera que sean, no son para comparar, sino para legitimar.
Mientras la sociedad no entienda esto y las autoridades no lo practiquen, seguiremos viendo niños en absoluta desprotección, personas victimas de asaltos violentos, suicidios, violencia domestica, acoso moral, personas que se van del país.
No se trata solamente de leyes, se trata de un proceso de concientización social. El estado debe dar su lugar a los Derechos Civiles Sociales y Culturales(DCSC). Estos no pueden valer por la mera referencia que se hagan de su existencia.
El acoso moral , denominado Mobbing, del inglés Mob- muchedumbre, manada, plebe, turba, tiene su paralelismo en el Rio de la Plata, ”patotear”, solo que siempre lo relacionamos al fútbol. Sin embargo de esto algunos Sindicatos saben de qué se trata. Cuando se habla de persecución, se refieren usando el término “persecuta”.
El acoso moral o persecución como quiera llamársele, no es un legado en particular de alguien, es una cuestión de poder. En lo que corresponde a mi situación, es claro que yo no lo tengo.
Prof. José Maria Cano Gomez
C.I. Nº 3 904 276-8
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