lunes, julio 01, 2013
Por: Carlos R. Alvarado Grimán
"Si no peleas para acabar con la corrupción y la podredumbre, acabarás formando parte de ella" Joan Baez
Los sectores independientes de la sociedad civil venezolana, se están planteando una disyuntiva crucial en torno al tema de la unidad de los factores democráticos, a la luz de la galopante corrupción en los gobiernos regionales y municipales, que chocan con los valores morales y principios éticos que mayoritariamente sustentan la clase media.
¿Hasta cuando la sociedad civil acompañará a liderazgos cuestionados sin que con ello se estén claudicando valores de decencia, honradez, honestidad y justicia, inculcados por nuestros padres y maestros?
La sociedad civil se ha caracterizado por actuar con responsabilidad y saber evaluar las consecuencias de los actos que afectan su buena calidad de vida. Lo cierto es que políticos inescrupulosos se han cubierto con el paraguas oposicionista para cometer fechorías y actos de peculado, contando para ello en muchos casos, con una especie de manto de impunidad derivado de cierta solidaridad automática, por parte de quienes apoyan la resistencia y la lucha por la libertad y la democracia en Venezuela.
El peculado no tiene color político ni existe un corrupto bueno y otro malo. Todos son perversos y atentan contra los intereses de quienes cancelan sus impuestos y esperan recibir contraprestación en servicios públicos de excelente calidad, eficientes y oportunos.
Cuando un funcionario corrupto se apropia indebidamente de los fondos públicos, está condenando a muerte posiblemente a algún ciudadano que requiere servicio médico o policial, el cual no puede ser prestado porque un gobernante decidió tomarlos para viajar por el mundo o comprar bienes para ostentarlos públicamente y darle de bofetadas a la gente decente con su impudicia.
Los seudo líderes que coaccionan a la sociedad civil, con el temor que despiertan los enemigos de la libertad centrados en los grupos oficialistas, para que sufraguen en favor de funcionarios cuestionados y corruptos, no respetan a los electores y en muchos casos pactan con esos enemigos, para mantener sus privilegios obscenos. Estos politiqueros no merecen el respeto ni el respaldo de los ciudadanos, ellos subestiman la capacidad crítica de los venezolanos y la madurez alcanzada durante estos terribles años de oprobiosa barbarie castro-comunista.
La denuncia valiente y sin complejos es la autentica vacuna o antídoto contra la corrupción. Mantener presente que los funcionarios públicos ladrones, desprecian el bien común y al prójimo.
Los corruptos son seres egoístas y vanidosos que no tienen respeto ni consideraciones por nada ni nadie y son capaces de traicionar personas e ideales, si esto les abre una puerta para escapar de la justicia y la cárcel.
Es necesario permanecer alertas, no confundirse, los corruptos carecen de moral y por ende no valoran los principios de justicia y libertad que mueven a la oposición venezolana y a la sociedad civil en general. En las conciencias elevadas no opera el chantaje!
Etiquetas: Corrupción Maneiro
posted by CONTRALOR-SOCIAL @ 1:36 p.m.
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