martes, 1 de noviembre de 2011

RE: Los Tiranos Nunca Aprenden

Publicado

Date: Mon, 31 Oct 2011 21:29:06 -0430
Subject: Los Tiranos Nunca Aprenden
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Los Tiranos Nunca Aprenden


Por: Aurelina Fernández


Musolini y Petacci

"Como el miedo es el mayor suplicio de los tiranos, el crimen más irremisible a sus ojos, es hacerles sentir miedo" Jean Baptiste Say.

En días pasados, combatientes del glorioso pueblo libio al grito de "Allahu Ekbar" Dios es grande, ajusticiaron, luego de golpear e incluso sodomizar al tirano libio Mohamar Gaddafi. Este tirano gobernó Libia con puño de hierro por cuarenta y dos años, durante este lapso asesinó a miles de opositores, perpetró abusos y violaciones de derechos humanos, patrocinó guerras internacionales y atentados terroristas como el de Lockerbie en Escocia. Según los medios locales de información Gadafi fue enterrado en algún recóndito lugar del desierto libio.

He aquí otros casos similares y emblemáticos de ajusticiamiento de tiranos ocurridos en las últimas décadas:

Benito Mussolini alias il DUCE. El 28 de abril de 1945 fue capturado y ajusticiado junto con su amante Clara Petacci, por un comando de la resistencia italiana. Sus cuerpos sin vida, fueron golpeados y sometidos a todo tipo de ultrajes por parte de la muchedumbre enardecida en la ciudad de Milán. Finalmente Mussolini fue colgado junto con su amante y un grupo de fascistas, pendiendo por los pies, desde un techo de una gasolinera. Sus cadáveres fétidos permanecieron varios días expuestos al pueblo.

Adolf Hitler alias el Fuhrer. El 30 de abril de 1945, mientras la ciudad de Berlín ardía en llamas bajo bombardeos y fuego de artillerías Aliados, Hitler contrajo nupcias con su amante Eva Braun para luego, ambos, suicidarse. Sus cuerpos fueron incinerados por sus propios soldados. Entre muchas atrocidades y carnicerías humanas contra algunas minorías, Hitler condujo una política antisemita de exterminio que costó la vida a seis millones de judíos.

Rafael Leonidas Trujillo alias el JEFE y el Chivo. El 30 de mayo de 1961, su vehículo fue emboscado y ametrallado en una carretera rumbo a San Cristóbal – República Dominicana, por un comando revolucionario. El dictador recibió al menos siete disparos que acabaron con su sistema de terror. Trujillo ordenó el asesinato de las hermanas Mirabal, luchadoras por la libertad y la democracia y hoy por hoy símbolos internacionales de la eliminación de la violencia contra la mujer.

Anastasio Somoza alias Tachito. El 17 de septiembre de 1977 fue ejecutado en la Asunción Paraguay, por un grupo guerrillero argentino, quienes le emboscaron y dispararon con un lanzacohetes mientras salía de su lujosa mansión en una limosina. Su cuerpo quedó completamente calcinado. Somoza condujo un régimen represivo y criminal que llevó al pueblo a librar una cruenta guerra civil que cobró la vida de miles de nicaragüenses.

Nicolae Ceausescu, Alias el Genio de los Cárpatos. El 25 de diciembre de 1989, luego de fuertes disturbios fue arrestado y condenado a muerte por un tribunal militar y fusilado junto con su esposa Elena, con cargos de genocidio, corrupción y daños a la economía nacional. Curiosamente días antes Ceausescu había sido aclamado por el pueblo quienes después, exigieron su ejecución.

Saddam Hussein alias el Gran Papito. El 30 de diciembre de 2006 fue ahorcado luego de un prolongado juicio que lo halló culpable por crímenes contra la humanidad. Este tirano fue capturado en un hueco junto a un basurero a las afueras de Tikrit. Años antes se vanagloriaba de contar con un ejército de cinco millones de voluntarios dispuestos a ofrendar la vida por su revolución, pero luego de las primeras escaramuzas con las fuerzas de la coalición occidental, los milicianos se dispersaron despavoridos.

Los tiranos nunca aprenden, suelen creerse inmortales e incluso osan hasta desafiar al mismísimo Dios. Además gobiernan con soberbia, arrogancia y desprecio hacia sus semejantes a quienes consideran inferiores. Pero como señaló el Libertador Simón Bolívar en una de sus frases célebres: Al final los pueblos acaban por exterminar a sus tiranos.

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