Por: José Rafael López Padrino
Este es el gobierno más antiobrero de nuestra historia contemporánea. El nacionalfascismo bolivariano no es solamente un militarismo fétido, sino un sistema de gobierno del bandidaje político y corrupción, basado en la represión y la exclusión de la clase obrera.
El expediente del tte coronel y su régimen, en materia laboral es desolador. Ha aprobado instrumentos jurídicos, afectando los derechos fundamentales de los trabajadores (Estatuto de la Función Pública, la modificación del Código Penal y la Ley Orgánica de Seguridad Nacional). Ha impuesto una precarización laboral, que se ha traducido en una mayor explotación, inseguridad, y falta de garantía de las condiciones socio-económicas de los trabajadores.
Ha empleado gas del bueno para aplastar las protestas sindicales por mejoras socio-económicas (empresas básicas de Guayana, Sanitarios Maracay y trabajadores petroleros). Además, ha paralizado indefinidamente la contratación colectiva de casi 2 millones de trabajadores del Estado y utiliza nefastas maniobras para descalificar, destruir e ilegalizar a los sindicatos no afines a su proyecto, los cuales han sido reemplazados por otros que van en contra de los intereses de los trabajadores en sus justas reivindicaciones. El régimen promueve una estructura sindical que le sirva como correa de transmisión a las directrices políticas ordenadas desde Miraflores.
Este gobierno ha postergado injustificadamente el lapso previsto en las disposiciones transitorias de la Constitución Nacional aprobada en el año 1999, en las cuales se establecía un año para aprobar la Ley Orgánica del Trabajo (LOT). Ahora, nueve años más tarde, a través de sus focas de la Asamblea Nacional, promueve una reforma de la LOT, sin haber cumplido con las obligaciones de la ley vigente, y sin que el nuevo anteproyecto haya sido consultado con los trabajadores organizados, con el agravante de que al mismo tiempo se auspicia una Ley de Propiedad Social, donde los trabajadores de las nuevas empresas socialistas no están amparados por la LOT.
Los fachos bolivarianos han demostrado ser enemigos históricos de los asalariados. Su socialfascismo descansa en un podrido militarismo, el cual reivindica una forma histórica de explotación de los trabajadores, el capitalismo de Estado, a través del cual el Estado se apropia de la plusvalía creada por el trabajo no retribuido de los obreros.
En Venezuela no hay socialismo o algo que se le parezca, el mismo sólo existe en las mentes retorcidas de esa cofradía de politiqueros seudo izquierdistas que se lucran y roban a la nación con un libro de Marx en el maletín "Louis Vuitton". Son los nuevos estafadores de esperanzas que reivindican a este régimen como una revolución en favor de los explotados, cuando en la praxis promueven una mayor explotación.
Cualquiera que sea la careta con que se disfracen, el tte coronel y su socialfascismo bolivariano representan el azote de los trabajadores del siglo XXI.
bolivariano, revolucionario, insurgente
Dr Gabriel Motta Bermúdez,
Médico Emergencista,
Técnico en EEG y Medicina Nuclear,
Analista Transaccional, en curso, SUANT.
Asocs. UNAPS, APPS.
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