El ministro de Relaciones Interiores, Tareck El Aissami, pasará a la historia como el responsable del fracaso más grande en materia de lucha contra el tráfico de drogas en Venezuela. A su incapacidad para rodearse de gente conocedora de la materia se une la afinidad del régimen de Chávez con las narcoguerrillas FARC, señaladas como el principal cartel de la cocaína a escala mundial.
El Aissami ha condimentado su discurso sobre las drogas con mentiras de diverso calibre. Es obvia su intención de engañar a los venezolanos y de aprovecharse para seguir al frente del ministerio utilizando los roces diplomáticos con Estados Unidos. Ha llegado a afirmar que "desde que salió la DEA del país se triplicaron los decomisos de drogas". Nada más falso. La DEA cesó sus actividades en Venezuela en 2005. Desde 2003 hasta esa fecha la cifra de decomisos de estupefacientes fue de 139 toneladas. Luego, entre 2006 y 2008, quedaron en poder de las autoridades 158 toneladas. La diferencia es de 13,8%, no de 300% como dice El Aissami. Además, desde 2006, los totales anuales decomisados han ido en descenso leve pero sostenido.
Las cifras de El Aissami son infladas deliberadamente, al incluir (como si fuesen hechas en territorio nacional) las incautaciones efectuadas por Estados Unidos, Gran Bretaña, España y Holanda en aguas internacionales. Por ejemplo, el último reporte de la Oficina Nacional Antidrogas atribuye a la Armada un decomiso de 1.065 kilos de cocaína que, en realidad, fue hecho en abril por Estados Unidos a 1.040 millas náuticas de Güiria.
El Aissami miente cuando dice que, desde 2005, han detenido y deportado a 32 narcocapos. El hecho de que una persona sea solicitada por otro país no significa que sea jefe de un cartel o gran "capo": no todos tienen la misma importancia en el mundo criminal. La deportación del colombiano John Jairo Bayona, un traficante de segunda categoría, no puede ser colocada en el mismo nivel que la de Salvatore Miceli, el "canciller" de la Costa Nostra italiana. Ambos sí tienen una cosa en común: operaban en el país desde hace años.
El Aissami dice que el informe de la ONU no señala a Venezuela como el principal país de tránsito. Falso. En la última edición del Reporte Mundial sobre Drogas hay al menos 3 menciones concretas que colocan a Venezuela como el principal país de tránsito de la cocaína producida en el área andina. Para los que no deseen leer las 314 páginas del documento, pueden ver el mapa de las rutas de la cocaína: todas, excepto las del Pacífico, pasan por Venezuela.
El Aissami llora y dice: "Venezuela es sólo una víctima del narcotráfico". Esto es una verdad a medias. ¿Es que los pilotos que detuvieron en Sierra Leona y Guinea-Bissau con aviones repletos de cocaína no eran de aquí? ¿Por qué los vuelos procedentes de Venezuela son objeto de especial revisión en España, Portugal, Francia y Holanda? ¿Los "narcomúsicos" detenidos en España y los "narcogays" apresados en Francia no eran venezolanos? No mienta, ministro.
bolivariano, revolucionario, insurgente...
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