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Subject: El que mata debe morir?
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Susana Jiménez: "EL QUE MATA TIENE QUE MORIR" Tres asesinatos diarios, 1000 violaciones anuales y cerca de 120 mil consumidores de "pasta base" dispuestos a cualquier cosa por una dosis de droga. Es la realidad argentina de la era "kitchnerista" Mientras el gobierno se ocupa exclusivamente del desquite con las Fuerzas Armadas. Annha, Buenos Aires, 5 de marzo de 2009- La figura más popular de la televisión Argentina estallo ante cámaras: "EL QUE MATA TIENE QUE MORIR", con el rostro rebelando una gran indignación Susana Jiménez se animo a decir lo que muchos piensan. Así reaccionaba ante el asesinato a cuchilladas de su decorador en su casa de Lomas del Mirador para robarle vehículo. Esto desato la polémica y mientras unos salían a negar que en Argentina pueda establecerse la pena de muerte, tal el caso del ministro Aníbal Fernández, que rápido salió para apagar los fuegos de la indignación del pueblo frente a un fenómeno del que no se salva nadie, otros, entre ellos importantísimas figuras del espectáculo "porteño" - los cantantes "Sonador" y "Cacho" Castaña" y el actor Francella- respaldaron y comprendieron los dichos de la "presentadora". vista de Bs.As Pero para entender lo que está soportando la sociedad argentina basta un repaso a la cifras de la delincuencia: Se roban anualmente 4 millones y medio de teléfonos móviles. Se asesina para robarlo a un anciano por semana en la Provincia de Buenos Aires. La mayoría de estos crímenes nunca se esclarecen. El robo de autos creció un 21 % con respecto al año anterior. Cada 45 minutos desaparece un automóvil en la argentina. En Buenos Aires hay cinco denuncias por delitos sexuales diarios. Dos son por violación y el resto por abuso deshonesto. Mil mujeres son violadas al año. Según cifras oficiales, hay 120.000 adictos a la pasta base (residuos de la cocaína, procesada con queroseno y ácido sulfúrico), la droga de los pobres, llamada "paco" en la jerga de los drogadictos. La mayoría de ellos esta dispuesto a cualquier cosa por obtenerla. Se asesina promedialmente tres personas al día en la provincia de Buenos Aires. El 83 % de los casos en el Gran Buenos Aires. AUMENTA LA CANTIDAD DE DELITOS PROTAGONIZADOS POR MENORES Un estudio judicial de la provincia de Buenos Aires asevera que los homicidios ejecutados por menores de entre 14 y 16 años creció 46,66%, de enero a septiembre de 2008 en comparación con el mismo período del año anterior. Según el mismo informe el robo calificado en menores de entre 14 y 16 años creció casi un 20% respecto al año anterior en donde de 3.596 casos, 858 cometieron este delito. De los delitos protagonizados por menores, el 60 % termina en muerte. De cada 500 denuncias solo 10 llegarán a convertirse en un procedimiento judicial. Para empeorar las cifras contémplese que se estima que sólo se denuncian la mitad de los delitos que se cometen. Llega a juicio solamente el 3% de los casos iniciados cuando se trata de delitos con penas mayores de 3 años y apenas 0,6% cuando son delitos menores. Lo de Buenos Aires es una desgraciada realidad presente en las grandes ciudades hispanoamericanas, Caracas, San Pablo, Ciudad de México viven realidades aun peores. Los gobiernos naufragan en liberalismos bucólicos, entreguismos desoladores para la dignidad nacional o trasnochados neo marxismos deshumanizadores. Va siendo hora que otros se hagan cargo, otras ideas, otras formas constitucionales que suplanten este presente yermo y amargo que nos obligan a tragarnos. Para reflexionar, se ha probado todo por estas tierras, menos un camino nacional. Y cuando se intento poco duro. ______________________________________________________________________ A CIEGAS, ESTRENADA EN BARCELONA por Pilar Samper … o como el ser humano, no es bueno por naturaleza, a pesar de lo que dijera Marx. Asistimos anoche jueves día 4 de marzo, al preestreno en el Cine Comedia de Barcelona, de la película: "A ciegas", una coproducción japonesa, brasileña y canadiense, del cineasta brasileño Fernando Meirelles. El largometraje abrió la pasada edición del Festival de Cannes y este miércoles fue presentado en la Ciudad Condal, con la previa intervención del director y la presencia de parte de su ejecutiva. La organización del evento, fue bastante precaria: los propios miembros del equipo la cubrían, haciéndose fotos con la cámara de una de ellos. En cuanto al argumento, se narra cómo paulatinamente, una ciudad que pudiera ser cualquiera, comienza a perder el sentido de la vista. Primero es un hombre, después esta urbe y a posteriori, el mundo entero. Sin ahondar en qué causa la tragedia, se muestra cómo la epidemia no entiende de clases, aunque la cúpula política únicamente se referencie como también afectada, en una pequeña declaración de una mandataria en televisión. Parece ser que no interesa mostrar cómo reaccionarían los politicastros, sólo el resto de la población. Algunos empero, nos lo imaginamos. Ante la desgracia generalizada, el ser más mezquino, más ruin, ve la posibilidad de ser alguien, -algo que en la sociedad civil no ha podido conquistar- y no lo hace sino a costa de la dignidad de los demás, incluso haciendo que las mujeres se prostituyan para que tengan acceso a alimento, ya que secuestra las provisiones para someter al resto de enfermos a "su ley". Al que con dotes organizativas y educación, se esfuerza en vertebrar un entorno desamparado, se le ningunea. De bastante reputación habrá gozado ya por ello, "viendo" que se cree alguien. El ruin no sabe manejar la situación, pero no le falta el apoyo de alguien que como él, está deseando sacar partido de la situación. Alguien que para más Inri, es ciego desde siempre. Por desgracia, la justicia social instaurada en la sociedad, muestra la misma cara. Destaca la figura de una mujer, que siendo fiel esposa, apoyo incondicional de un reputado doctor, ve como su rol cambia de la noche al día por voluntad propia; de sentirse una sombra sin reconocimiento, cuyo marido no sabe si le prepara un tiramisú o una vichysoisse –fruto de una sociedad moderna, que condena a la familia a no considerar como se debiera el papel de la mujer en casa, porque no aporta reconocimiento social ni dinero-, pasa a, integrarse en el pabellón habilitado para las personas que han sufrido ceguera repentina, -para no abandonar a su suerte a su marido aún no habiéndose menguado en absoluto su visión- y ayudar en lo que esté en su mano a todo el mundo. Las Fuerzas del Orden reprimen sin piedad a todo aquel que, principalmente, por no ver, no atina a obedecer las normas impuestas por el Gobierno, que no son otras, que los enfermos, en cuarentena, queden recluidos en los límites del pabellón. De este modo, los militares llegan a asesinar a tiros a enfermos e incluso juegan a ridiculizar a la fiel y atenta esposa, en un momento de la película, creyéndola ciega. Las creencias religiosas también se ponen en entredicho; en unos minutos de la película, podemos ver cómo las esculturas de los santos de una iglesia, aparecen con los ojos vendados. Según explica el narrador, porque la propia Iglesia, ante la adversidad, ha perdido la fe, aunque sea posible que el que lo ha hecho –con la perfección con las que están tapados los ojos de cada figura-, sí que conserve la vista. No hace sino cumplir así con una de las líneas maestras de Gramsci: "Sembrar la duda", ridiculizar las creencias y tradiciones. La desesperación asola las calles. El mundo ha perdido la facultad de ver, la cotidianidad se ha trastocado por completo y el caos y la insalubridad, presiden la ciudad, sin que haya habido quien pueda remediarlo. La ciencia en este caso, resulta más débil que el coraje humano y tal vez, la fe de las personas, que luchan por sobrevivir. Tal vez, es una pequeña venganza, ya que al fin y al cabo, la comunidad científica nunca aceptó al marxismo como ciencia. Como en todas las obras de Saramago, en cuyo libro "Ensayo sobre la ceguera", se basa esta producción cinematográfica, una minoría nos muestra la cara más humana. El ser humano, no es bueno por naturaleza o lo son los menos. El propio Saramago declarara en la presentación de la que Efe se hiciera eco el pasado martes 3 de marzo que: "la realidad cotidiana dice que no se puede ser optimista y yo no lo soy, pero son los pesimistas los que pueden cambiar el mundo". "Amamos España, porque no nos gusta". ______________________________________________________________________________________________________________________ Ha sido un aporte de Agencia de Noticias Nacionales Hispanoamérica | |||
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