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RAUL ALAYON
movimiento uruguayo de los sint echo
grito de los excluidos
El próximo viernes (21) es el Día Internacional contra la Discriminación Racial. De los 192 países que componen la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sólo 21 no ratificaron la Convención Internacional para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, pero eso no impide que los que ya la firmaron no tengan casos de violaciones a los derechos humanos por racismo.
Hoy (18), la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Louise Arbour, convocó a los Estados miembros que todavía no ratificaron la Convención a hacerlo, pues se deben reforzar las leyes que protegen los derechos de las víctimas de racismo, discriminación y xenofobia. "El racismo es la raíz de muchos conflictos", dice Arbour, que agregó ser esa forma de violencia el factor que lleva al extremismo y a todos los tipos de intolerancia.
El tema del Día contra la Discriminación Racial este año es "Dignidad y Justicia". Además de ser una violación que hiere la dignidad del ser humano individualmente, las prácticas racistas ponen en riesgo la paz y la seguridad internacionales. "La discriminación es un obstáculo para las relaciones amigables y pacíficas entre las naciones", dice la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial.
Por eso, la Convención preconiza la "necesidad de eliminarse rápidamente todas las formas y todas las manifestaciones de discriminación racial a través del mundo y de asegurar la comprensión y el respeto de la dignidad de la persona humana".
Mismo condenando especialmente a segregación racial y el apartheid, el preconcepto y la discriminación de un grupo en razón de su raza o etnia ya no son más las únicas formas que tiene la sociedad de crear núcleos marginados. El hombre también discrimina a su igual por el hecho de ser un migrante, un portador de necesidades especiales o un portador de HIV.
La Convención ratificada por casi todos los países miembros de la ONU recuerda que todas las doctrinas de superioridad fundamentadas en diferencias raciales son "científicamente falsas, moralmente condenables, socialmente injustas y peligrosas, y que no existe justificación, donde quiera que sea, para la discriminación racial, ni en la teoría y ni en la práctica".
Los países que firmaron la Convención tienen el compromiso de no apoyar actos discriminatorios; al contrario, deben implementar políticas especiales y concretas "para asegurar el desarrollo y la protección de ciertos grupos raciales o de individuos pertenecientes a esos grupos con el propósito de garantizarles, en igualdad de condiciones, el pleno ejercicio de los derechos humanos".
La Convención de la ONU data del año 1963, cuando algunos países como África del Sur -con el Apartheid-, vivían bajo regímenes explícitamente racistas. Sin embargo, décadas después, los pueblos indígenas mapuches de Chile y Argentina, migrantes haitianos en República Dominicana enfrentan todavía, por parte de los Estados en los que viven, los mismos problemas.
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