Estado Militarizado

Por: José Rafael López Padrino

Hoy podemos afirmar que el fascismo, derrotado en el siglo pasado en Europa, reaparece ahora a través del neo-militarismo (socialmilitarismo) que pretende imponer el tte coronel y su logia militar en Venezuela, investido demagógicamente con la etiqueta de Socialismo del siglo XXI. El socialmilitarismo chavista se pretende construir sobre la base de un líder carismático, infalible, que se ha apoderado de los medios de comunicación social en forma directa o través de políticas de chantaje y de coerción para imponer su falso mensaje. Que a través de un discurso mesiánico-populista, patriotero ha generado un gran odio social, más no conciencia en importantes sectores populares. Que ha ido construyendo en forma perversa un imaginario colectivo donde los conceptos de Estado, gobierno, partido, líder y pueblo son sinónimos. Que pretende imponer la noción de partido, líder, pensamiento, e ideología UNICOS. Ahora, a través de nuevas leyes aspira darle piso constitucional a la nefasta militarización de la sociedad, pieza fundamental en la consolidación de su proyecto cuartelario.

En el marco del "Botazo militar habilitante", el centauro de Sabaneta, ha sorprendido al país con 26 nuevas Leyes, entre ellas la Ley de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), la cual fue redactada y aprobada bajo las premisas de la "defensa integral de la nación" y "la necesidad de derrotar al enemigo interno", elementos fundamentales de la doctrina de la Seguridad Nacional, cuya esencia emergió de los regímenes militares del Cono Sur en el Siglo pasado. Con la aprobación de este nuevo instrumento jurídico se busca profundizar el proceso de militarización en el país y conculcar aún más los derechos políticos y civiles de los venezolanos. Esta nueva Ley forma es parte de un "guión fachoso" orientado a eliminar un imaginario enemigo externo, representado por el imperio, con quien el régimen paradójicamente mantiene excelente relaciones comerciales (empresas mixtas, plataformas Deltana y Falconiana, etc.) y uno interno representado por la disidencia política la cual se procura aplastar militarmente.

En el texto de la Ley de la FANB se contempla como función de la misma "organizar, planificar, dirigir y controlar el sistema de inteligencia militar y contrainteligencia militar". Evidentemente estamos ante una reedición agravada de la Ley sapo que el tte coronel promulgó a finales del mes de Mayo pasado y que gracias al rechazo por parte de la mayoría de los venezolanos debió de ser derogada. En esta nueva Ley el miedo a los enemigos (interno-externo), son usados para persuadir a la población sobre la conveniencia de ignorar Derechos Humanos fundamentales en nombre de la seguridad nacional. Con la aprobación de esta Ley (Articulo 4), el Ministerio de la Defensa podrá adelantar labores de inteligencia y contrainteligencia con una absoluta discrecionalidad, criminalizar la protesta política organizada por sindicatos, organizaciones gremiales y estudiantiles, etc., sin ningún tipo de control por parte de otras instituciones del Estado. Estos andamiajes jurídicos son muy propios de los regímenes fascistas, en los cuales se le dan poderes ilimitados a las fuerzas armadas como instrumentos de represión a fin de garantizar la continuidad del proyecto hegemónico.

Con esta nueva Ley se faculta la creación de regiones estratégicas de defensa nacional, administradas por uniformados designados por el tte coronel, lo que refuerza la militarización de los espacios de la sociedad civil y por ende la restricción de más derechos ciudadanos. Pero además, a través de esta Ley se incorpora formalmente la milicia a la FANB, especie de grupos de choque integrado por fanatizados seguidores del tte coronel, dispuestos a aplastar por la fuerza cualquier disidencia y oposición al régimen. Esta nueva guardia pretoriana bolivariana estará bajo el mando directo del líder del proceso y no de los mandos naturales de la FANB.

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