por Gregorio Cristóbal Carle
“Una cosa no es justa por el hecho de ser ley, sino que debe ser ley por el hecho de ser justa”
Si analizamos objetivamente la trayectoria política del actual Presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, se puede constatar que comenzó a existir como personaje público hace algo más de dos décadas, cuando conoció los réditos de la revolución, el bloqueo de caminos y las arengas a sus compañeros cocaleros. Antes de eso, nada… un pacífico pastor de llamas, futbolista frustrado y músico de orquesta de pueblo.
¿Cómo se produce ese giro en su vida? Muchos han sido los factores “externos” que terminaron por alzarle al poder, demasiados los mitos que han rodeado su existencia y excesivas las falacias y manipulaciones que han caracterizado la progresiva implantación de su trasnochado proyecto nacional de insurrección, pero lo más grave de todo es que el falseamiento y la persistente idealización de la realidad, de la que ha hecho gala a lo largo de su existencia, han terminado por delatar los verdaderos objetivos de su impostura revolucionaria, que no son otros que gobernar solo para una parte de la población boliviana.
En las siguientes líneas trataré de desmontar los principios esenciales y el argumentarlo de la revolución Morales.
1. Evo Morales se ha presentado como el primer presidente indígena de Latinoamérica. La afirmación constituye una falacia más impulsada por el régimen
A pesar de que al Sr. Morales Ayma, le guste autodenominarse “el pequeño indiecito” no se conocen sus pretendidos orígenes indígenas, y menos aún se han podido demostrar. El presidente es mestizo, como la inmensa mayoría de la población boliviana. A pesar de presumir de ancestros aymaras no es capaz de manejar y entenderse correctamente en ese dialecto, y cuando arenga a sus seguidores con palabras en la lengua originaria lo hace de memoria y tratando de evitar complicaciones en la construcción de las frases.
De su evidente mesticismo provienen sus apellidos.
2. El mito de los aymaras viviendo en paz y armonía en la etapa anterior a la conquista española es radicalmente falso
El Presidente Morales no sabe, o no quiere reconocer, la cruda realidad de unos hechos históricos que destruirían la línea de flotación de su estrategia revolucionaria etnico-andina.
En este sentido la leyenda del comunismo incaico ha perdido toda su credibilidad después de las innumerables investigaciones históricas realizadas desde el rigor más absoluto.
Los datos arrojados por los estudiosos en la materia han llegado a demostrar que antes de la conquista española el indígena aymara se encontraba integrado en la estructura del pueblo inca, sistematizada por castas y caracterizada por la feroz opresión hacia los elementos ajenos a su cultura. Respondiendo a dicho esquema el indígena aymara se encontraba en una situación de pseudo esclavitud, debiendo una obediencia ciega al estamento superior.
3. No es cierto que el 60% de la población del país sea originaria (indígena)
El argumento tan recurrente utilizado por el actual poder revolucionario y sus fieles adeptos responde a una descarada manipulación de los verdaderos orígenes de la población del país.
La falsa afirmación se basa en el Censo Nacional realizado en el año 2001, en cuyo diseño intervinieron, infiltrándose, varias ongs de origen europeo y americano. ¿Por qué se puede hablar de manipulación? En primer lugar porque el origen ético de los ciudadanos no depende de una pregunta que pueda determinar su identificación, sino que ésta responde a un dato meridianamente objetivo. En segundo lugar porque la cuestión planteada eliminaba artificial e intencionadamente la categoría “mestizo”, a la que pertenecen más del 70% de los bolivianos.
Lo más grave es que la gran mentira sobre la estructura social del país ha servido de fundamento a la causa revolucionaria para imponer unas ideas de corte mesiánico llevadas a cabo mediante la continua imposición de iniciativas racistas que desprecian cualquier elemento supuestamente contaminante.
4. Evo Morales solo cree en el sistema democrático como herramienta útil para alcanzar los objetivos de la revolución.
Así lo ha demostrado desde los tiempos en que ejerció como dirigente de las seis Federaciones cocaleras del Trópico Cochabambino, donde imponía su voluntad sin permitir que se escucharan voces discordantes. La presunta revolución silenciosa de Morales no tiene nada de pacífica respondiendo, más bien, a las tácticas bolcheviques utilizadas en la revolución soviética del 17 Octubre.
Tras la conquista del gobierno pretende la concentración del poder para destruir cualquier influencia exógena a los principios del cambio. La táctica utilizada es de sobra conocida…consiste en el uso de los movimientos sociales para llevar a cabo la insurrección y la consiguiente destrucción de los valores democráticos desde dentro del sistema. Para alcanzar los objetivos el proceso se nutre de la demagogia, la mentira, las falsas acusaciones y la manipulación, comenzando por el férreo control de las zonas rurales, la protesta social y el posterior contagio revolucionario a los núcleos urbanos… lo que García de Linera ha venido a llamar la necesaria “gimnasia revolucionaria”.
En una segunda fase, ya concluida, la acción política se concreta en la creación de la nueva Asamblea Constituyente y la aprobación de la Nueva Constitución Política del Estado excluyendo cualquier elemento opositor al régimen y disfrazando el proceso de tintes democráticos. Se trata de lograr la indianización del Estado, sustituyendo la soberanía popular por la fuerza de un movimiento etnico-nacional aymara creado a la medida de sus oscuros intereses para, posteriormente, terminar por implantar la mal llamada “democracia comunitaria”.
La construcción de la estrategia tiene que confluir en un proceso coercitivo que incida directamente en la polarización de la sociedad boliviana, instrumentado a través del enfrentamiento racial y regional y la continua estigmatización de las “otras culturas y formas de pensar que conviven en el país andino”… Solo mediante el manejo excluyente del poder político se podrá alcanzar la re-etnización de Bolivia, sustituyendo su actual estructura social por una nueva basada en el maniqueísmo de indios contra q´aras.
Si el proyecto no alcanza los resultados deseados queda el recurso a la acción violenta, ya ensayada en innumerables ocasiones (en este sentido no hay que olvidar la vehemencia y crueldad de los ponchos rojos aymaras cuando escenificaron el degüello de dos perros advirtiendo el mismo final a los prefectos de la “Media Luna”, o el reciente y calculado asalto a la embajada americana realizado por turbas campesinas ciegas de odio hacia “el imperio”).
Dicho mensaje ya fue llevado a la práctica en el crucial momento de las elecciones presidenciales cuando los dirigentes revolucionarios, con Alvaro García de Linera a la cabeza de la conspiración, articularon el chantaje directo al sistema democrático, sugiriendo intercambiar paz social por poder.
De sus palabras se podía desprender que no dudarían en emplear la violencia las tácticas desestabilizadoras y la fuerza en el supuesto de que el pueblo boliviano no aceptara plegarse a sus explícitas y antidemocráticas condiciones.
“Llegaremos al poder aunque sea a las malas y con derramamiento de sangre”. Estas palabras, pronunciadas por el actual Vicepresidente reflejan el escenario antidemocrático en el que se desenvolvió la campaña electoral que fraguó el acceso al poder del actual presidente de Bolivia.
Superadas las etapas iniciales en las que se ha transitado de la incontinencia verbal al mayor de los chantajes desestabilizadores y de la intimidación a la más inusitada violencia social, solo le queda al proyecto revolucionario asestar el golpe final, que no es otro que la implantación de “la dictadura indigenista del proletariado” desde la destrucción total de los principios del estado neoliberal y la sumisión del pueblo mestizo y blanco a sus demagógicos y excluyentes postulados.
Ese paso se dará si finalmente se celebra la consulta revocatorio del mes de Agosto, referéndum que por otra parte ha sido manipulado hasta la saciedad desde instancias gubernamentales con la anuencia y el inestimable apoyo directo del Presidente venezolano.
5. Morales debe obediencia ciega al Presidente de Venezuela D. Hugo Chávez Frías
Antes de que se produjera el ascenso oficial al poder del Presidente D. Evo Morales Ayma, Bolivia ya se había convertido en un tentáculo más del entramado dictatorial creado y alimentado por Hugo Chávez Frías.
Dicha intromisión en la soberanía nacional del país andino aumentó de forma inusitada durante la campaña electoral para las elecciones de 2005, en la que el Movimiento al Socialismo de Morales recibió importantes sumas de dinero enviadas por el sátrapa venezolano. Lógicamente ahí no queda todo y su influencia se sigue haciendo notar en todos los ámbitos de la acción de gobierno… así el gobierno venezolano ha adquirido entidades financieras bolivianas, ha comprado periódicos, ha adquirido acciones en las petroleras, ha financiado la creación de emisoras de radio comunitarias en las zonas rurales o ha aportado capital para la creación de bases militares asentadas en zonas calientes, como la frontera con Chile.
Pero posiblemente lo más llamativo de la ingerencia venezolana en Bolivia haya sido el continuo trasiego de maletines repletos de dólares para comprar las voluntades de ciudadanos y gobernantes locales en las regiones más humildes del país.
Por si no fuera suficiente existen informaciones que revelan continuos aterrizajes nocturnos de aviones militares venezolanos en aeródromos de Bolivia, de los que se desconoce oficialmente la carga, especulándose que se trata de pertrechos de guerra para hacer frente a una posible confrontación civil con los enemigos del régimen. En este sentido ya ha advertido el autócrata y fanfarrón vecino que de producirse una guerra en la nación andina el Sr. Morales recibiría todo su apoyo, siendo capaz de escenificar “el segundo Vietnam de las metralletas”.
Analizando los datos (también la seguridad personal de Evo es de origen venezolano, y el helicóptero que utiliza como medio de transporte para desplazarse por el país), parece más que evidente que el Presidente de Bolivia es el niño mimado de Chávez, su peón subordinado y dócil seguidor… ¿a cambio de qué?, ¿cuenta Bolivia actualmente con soberanía plena o depende, en buena medida de la demencia e insensatez del dictador venezolano?
6. Las ONGs de origen europeo tienen buena parte de culpa en el establecimiento del régimen sectario y demagógico del Presidente Morales
Los yuppiess pseudo-progres, integrados en la red de ONGs europeas y americanas, cómodamente asentados en sociedades que han aplicado los principios del neoliberalismo para generar la riqueza y el desarrollo del que, parece, tanto abominan, son en buena parte culpables de lo que acontece en los países más pobres.
Aplicando la burda filosofía de “Lo que no es bueno para mí, puede serlo para otros” apoyan la destrucción de los sistemas económicos que les han permitido llegar a donde han llegado, contar con sanidad universal, acceso libre a la Universidad o igualdad de oportunidades, y así, alaban al Ché o a Fidel Castro como los ídolos de la humanidad cuando en realidad solo son los iconos del retraso económico, la injusticia y la muerte.
En este sentido Bolivia no iba a ser una excepción, y las ONGs, desconociendo totalmente la difícil realidad país se han financiado y apoyado y dado un descarado soporte a la revolución mesiánica y violenta, encarnada por el presunto indígena Morales.
El proceso ha sido muy largo pero ha alcanzado sus objetivos. Organizaciones tales como Coca 90, dirigida por un antropólogo británico, El Institute for Policy Studies, el Transnational Institute, la Fundación Goldman, el Open Society Institute, (de los EEUU), o la Comisión Andina de Juristas (creada por el multimillonario de origen húngaro Georges Soros), han contribuido a crear la Bolivia de hoy. Y lo que parece evidente es que sin el apoyo exterior de tantas y tantas organismos no gubernamentales con oscuros intereses no se hubiese podido implantar el nuevo esquema político en el país andino, y menos aún exportar su ideología en forma de trasnacional de la izquierda revolucionaria.
7. El Gobierno Boliviano se ve obligado a escenificar un enfrentamiento con los EE.UU debido al indiscriminado aumento de la producción de hoja de coca
A pesar de la dependencia económica de la República Boliviana - EEUU (no se debe olvidar que el 60% de las exportaciones del país andino van destinadas a Norteamérica) la ideología revolucionaria esgrimida por el actual gobierno obliga a sus torpes dirigentes a escenificar un odio visceral a todo lo que representa el mal denominado “imperio”… eso sí, lo hacen con la boca pequeña cuando se ven obligados a trasladarse al país americano para negociar (¿mendigar?) la prórroga o renovación de un tratado, el APTDEA, que les permite vender más de ochocientas categorías de productos con arancel cero.
La realidad de dicho escenario responde a prerrogativas de carácter mucho más complejo. Entre otras cosas está en juego la producción de hoja de coca, de la que depende una parte considerable del pueblo boliviano y, como no, el negocio de su transformación, que es mucho más rentable.
En este sentido el problema para el gobierno estriba en que los americanos mantienen desde hace varias décadas al organismo de ayuda USAID en el país andino, institución que realiza una labor encomiable en el trópico de Cochabamba (una de las zonas en la que se concentra la producción de la planta ilegal). Además los EEUU colaboran en la lucha contra el narcotráfico con la aportación de efectivos de la agencia antidrogas (DEA), casualmente estacionados en su mayoría en el Chapare de Cochabamba, productor de hoja.
De lo que no cabe duda es de que la plantación de coca se ha disparado desde que el Presidente Morales fue nombrado flamante presidente de Bolivia, y de que su consumo interno no llega a alcanzar el 30% de lo recolectado entonces solo cabe preguntarse… ¿a dónde va el resto?
Llegados a ese punto parece lógico pensar que buena parte de dichos productores no quieren tener cerca testigos de que puedan conocer y acreditar que se hace con los excedentes. Ese es el único motivo por el que USAID ha sido indiscriminadamente expulsado de la zona… medida, que además ha recibido el beneplácito y el aplauso de los dirigentes gubernamentales, en especial del propio Morales.
Fuente: Diario de América |
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